En Autocaravanas Bilbao deseamos compartir artículos que nos parecen interesante y el que ponemos a continuación consideramos que lo es. Está extraído de la web www.familiasenruta.com. Esperamos que os guste.
En nuestros post solemos contar nuestras escapadas y recomendaciones, pero como no siempre sale todo según lo previsto, aquí tenéis una lista de las diez cosas que no te contaron sobre viajar en autocaravana, 100% basadas en nuestra experiencia o en la de nuestros compañeros de ruta.
El complot anti-autocaravanas
Inexplicablemente existe la idea generalizada en algunos sectores de que los que viajamos en autocaravana (o furgoneta) somos “turistas de segunda”, que no reportamos apenas beneficio en los lugares por los que pasamos. Sin embargo, esto no es para nada cierto, porque –aunque a veces lo hagamos- no siempre comemos en nuestro vehículo (nos gusta disfrutar también el turismo gastronómico) y, si lo hacemos, compramos en las tiendas de los pueblos; además echamos gasolina cuando lo necesitamos, pagamos las entradas a los sitios que visitamos… En fin, nada especialmente diferente del resto de viajeros.
Sea como sea, el caso es que algunos municipios persiguen a quienes pernoctan en sus calles prohibiendo de forma expresa la circulación de este tipo de vehículos. Hay mucho escrito sobre la legalidad de estas medidas, pero resumiendo, lo importante es conocer la diferencia entre pernoctar y acampar y, como siempre, tener un poco de sentido común. Si queréis más información sobre el tema, leed este artículo de La Furgoteta sobre legislación nacional sobe autocaravanas.
¡Ojo con dónde aparcas!
Sobre mercadillos y fiestas nocturnas. Como decía antes, es necesario tener un poco de sentido común a la hora de buscar dónde pernoctar. Si estamos en un casco urbano, tratamos de buscar aparcamientos amplios que no estén en una calle por la que pasen muchos coches, a ser posible cerca de una plaza o parque. Y aunque a veces nos dejamos llevar por la intuición, también es recomendable leer los consejos de los foros y las recomendaciones de otros blogueros que ya han pasado por allí. Así te puedes enterar de que en esa plaza suele haber botellón los viernes y los sábados por la noche o que a la mañana siguiente te van a echar a las 6 para montar el mercadillo del pueblo. Ni una ni otra son experiencias muy agradables…
La autocaravana no cabe por todas partes
Conviene estar muy atento a las señales de las ciudades sobre límites de circulación para vehículos de determinadas dimensiones. En este caso no se trata de prohibir por prohibir, sino de advertir para evitar meterse en follones, especialmente en los cascos antiguos. Sin embargo, a veces en algunos pueblos se olvidan de poner estas señales, como nos pasó en Alhambra, que nos atrajo -como granadinos que somos- por su nombre y decidimos pernoctar allí.
Comenzamos entonces a adentrarnos por calles cada vez más estrechas, confiados en que no habíamos visto ninguna señal, hasta que llegamos a un punto en el que no podíamos seguir avanzando y la única opción era echar marcha atrás por calles por las que habíamos pasado muy ajustados. Fue realmente angustioso, pero por suerte la habilidad del superpapi nos sacó del apuro sin mayores consecuencias.
El agua se acaba
La ventaja de las autocaravanas sobre algunas furgonetas es este tipo de comodidades como el agua y el wc. Estos vehículos están dotados de cocina, baño y ducha, por lo que es cómodo fregar los platos, lavarse por la mañana y ducharse sin salir del vehículo (aunque cuando se para en camping puede interesar también usar sus servicios). Sin embargo, el agua obviamente se acaba.
Es conveniente ahorrar y gestionar el agua para que no se te acabe cuando menos te lo esperas. Aunque suelen llevar depósitos que pueden durarte todo un fin de semana (depende de cuántas personas seáis y del uso que le deis), en viajes más largos hay que ir buscando sitios donde rellenar el depósito. Suele ser interesante aprovechar las gasolineras donde paramos a repostar y también recurrir a las áreas para autocaravanas que cada vez son más frecuentes en pueblos o en campings –unas gratuitas y otras de pago-. Es recomendable llevar manguera y adaptadores para diferentes tipos de grifos.
¿Qué hago con las aguas sucias?
La parte menos idílica de viajar en autocaravana es la de la limpieza y vaciado de depósitos. Lo suyo es utilizar los lugares indicados para tal fin, en las áreas para autocaravanas, que hay en algunos pueblos y en los campings. Sin embargo, como no siempre se encuentran allá donde vayamos, se puede recurrir a otras soluciones. Las aguas grises (que vienen de la ducha y del fregadero, por lo que no es agua muy sucia) se pueden vaciar en una alcantarilla.
Hay que calcular bien dónde se coloca la autocaravana para que no se salga mucha agua fuera y –con un poco de vista- buscar zonas tranquilas donde no molestar a la gente. Para las “aguas negras” –las del wc químico- se necesita un lugar destinado para vaciarlo, que debe tener un grifo a mano para limpiar. Si no hay un área cerca, se puede recurrir a los baños de las gasolineras, teniendo cuidado de no manchar. Nosotros solemos buscar las que tienen puerta trasera, para no entrar con el wc químico por la tienda. Hay quienes prefieren llevar dos depósitos para tener más autonomía sin necesidad de pisar camping o buscar área.
Medidas de seguridad
Partiendo de la base de que nosotros nunca hemos tenido ningún problema, es una realidad que a veces puedes tener la mala experiencia de ser robado o asaltado -estando o no dentro del vehículo-. Al fin y al cabo estás “viviendo” en un vehículo que se puede forzar y abrir. Y puede ser un hecho traumático, del mismo modo que si te pasara en tu casa.
Sin caer en la paranoia -que te impediría disfrutar con tranquilidad del viaje- se pueden tomar una serie de normas de seguridad que pueden disuadir a los posibles ladrones: cerrar bien puertas y ventanas tanto si estás dentro como fuera del vehículo; instalar una alarma (está demostrado que la mayor parte de los intentos de robo se abortan al oírla); colocar cinchas o bridas de acero que impidan que se abran las puertas de la cabina o un cierre auxiliar para el portón; incluso hay quien coloca detectores de gas; dormir con las llaves a mano para poder arrancar e irse si la situación lo requiere. Finalmente, como en todo, es importante tener vista a la hora de elegir el sitio para aparcar. Y si te preocupa este tema, en un camping o área vigilada te sentirás más seguro.
Las averías no molan
En general, que estés viajando y se te estropee el vehículo es un chasco total. Si son arreglos rápidos (como una rueda o una pequeña avería), lo más que pierdes es una mañana o un día en el taller, pero si es algo más grave y te pilla lejos de casa, la cosa se complica. ¿Dónde duermes? ¿Tienes que buscar hotel sobre la marcha? Porque si te pilla en coche, con un poco de suerte puedes conseguir un vehículo de sustitución o continuar tu viaje en taxi o autobús.
La pregunta es: ¿hay autocaravanas de sustitución en caso de avería? Pues no. Como mucho puedes meter algo de ropa en bolsas o mochilas (seguro que no llevas maletas) e improvisar algo, pero seguramente esto sea el final de la aventura por esta vez. O no: a unos amigos se les rompió la AC camino de Suiza y decidieron continuar con una furgoneta prestada, con sus dos niños y otro en camino. Sin embargo, creo que no lo recuerdan como el mejor viaje de sus vidas… Aunque ahora nos reímos mucho al recordarlo. De todas formas, lo mejor es revisar el vehículo antes de salir y mantenerlo a punto.
Europa is different
En todos los sentidos. Seguramente encuentres más áreas de servicio y permisibilidad para pernoctar –especialmente en Francia-, pero hay que tener algunas cosas en cuenta. En los peajes se suele pagar más (según los ejes o la altura del vehículo) y en algunos países, como Suiza, Hungría o República Checa, es necesario un permiso llamado “viñeta” (una pegatina que pegas en el parabrisas) para circular por autopista.
¡Viva el Minimalismo!
Para viajar en autocaravana hay que calcular lo que se lleva y no pasarse. El espacio es limitado, aunque está todo tan bien aprovechado que siempre hay huecos donde guardar cosas (comida, ropa, juegos, algún libro, botiquín, libretas para escribir y dibujar, productos de limpieza e higiene…). Es una buena idea hacer una lista de lo que se va a necesitar dependiendo de las actividades que se tengan previstas: ¿playa?, ¿montaña?, ¿nieve? Cada destino requiere un tipo de ropa diferente, así que organizarse bien antes de salir te ayudará bastante.
¡Engancha!
Sí, viajar en autocaravana engancha. Quizás no sea la opción para todas las familias, pero de lo que no cabe duda es de que a los niños les encanta ¡y a los mayores también! Una casa sobre ruedas, con la que puedes parar prácticamente en cualquier parte, con la que puedes improvisar viajes y escapadas sin necesidad de reservar con meses de antelación. ¿De verdad no te atrae?
Si no estás seguro, quizás te convenga alquilar la primera vez para comprobar que se ajusta a vuestras necesidades como familia y vuestros gustos viajeros, pero después de esto, es muy probable que el virus del viajero en autocaravana te haya picado para siempre… Y es que #enautocaravanamolamás :).
¿Y tú, tienes ya el virus?